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sábado, 23 de abril de 2016

Los terrenos Repsol y el futuro de Málaga.

Resulta muy sospechoso que la Junta de Andalucía pretenda una política tan tan verde para Málaga. 
Málaga necesita de espacios verdes y el Gobierno andaluz desde Sevilla está dispuesto a corregir esta situación. Su política ultraecologista es ya sospechosa.

La Junta de Andalucía dirigida por el partido socialista desde hace ya mas de treinta años, puso todo tipo de trabas y pegas al proyecto de la construcción del estadio de fútbol en los terrenos del Arraijanal. Desde Sevilla nos decían que no, que estadio de fútbol moderno y futurista para Málaga no, que allí parques y jardines.
Se les ha visto el plumero claramente a la hora de restringir la expansión urbanística de Málaga impidiendo por todos los medios posibles que ésta crezca para no arrebatar el liderato de población a la capital de la comunidad; infinidad de veces. La Junta se empeña, con su sospechosa política ecologista para Málaga, cercar a nuestra ciudad de espacios verdes: anunció, junto con el apoyo de Izquierda Unida, la creación de un cinturón de zonas verdes que rodeara a toda la ciudad. Pero qué buena idea! eso es magnífico! más verde para Málaga! una ciudad necesitada de ello. Esto sin duda resulta ser un "caramelo" envenenado para el futuro de la ciudad. Con esta estupenda idea la Junta no pretende otra cosa que cerrar definitivamente la expansión de la ciudad. Declaró zonas de protección campos vacíos sin ningún valor en los alrededores de la ciudad. Incluso pretendió integrar algunos de estos espacios, separados por kilómetros y sin relación ni valor alguno, a la zona protegida de los Montes de Málaga. El TSJA dio la razón a los que denunciaron este despropósito.

Actualmente la Junta de Andalucía intenta frenar la expansión de Málaga con la prohibición de construir más allá de la autovía que rodea la ciudad. No se puede construir por encima de la autovía, y la autovía por supuesto circunvala a toda Málaga. Una disposición gubernamental sin lógica alguna.
Existen al menos dos empresas interesadas en la construcción de un casino y un hotel de cinco estrellas en el puerto de Málaga, algo que la Junta de Andalucía ya se ha pronunciado en contra. Suponemos que aquí la Junta quiere que se instale también parques y jardines porque Málaga lo necesita.
Respecto a Auditorio en el puerto, proyecto que parece dado por finiquitado, suponemos que la Junta querrá en su lugar parques y jardines. Para muestra, un botón:  http://www.malagahoy.es/article/malaga/179926/la/junta/asegura/proyecto/futuro/auditorio/la/capital/se/conocera/finales/ano/o/inicio.html
También hay varios proyectos para la integración del cauce del río Guadalmedina a la ciudad y cerrar definitivamente ese muladar de suciedad y broza que recorre la toda la ciudad de norte a sur. No hace falta decir que lo que la Junta pretende aquí igualmente son parques y jardines.

Es la Junta de Andalucía la que tiene paralizada la construcción de la ciudad aeroportuaria en el municipio de Alhaurín de la Torre en terrenos adyacentes al aeropuerto. El pecado "mortal" que retrasará el desarrollo de esta localidad malagueña es sin duda el estar situada junto a la ciudad de Málaga. Suponemos que allí la Junta pretende en su lugar la instalación de parques y jardines.


La Junta de Andalucía se negó a la puesta en marcha de la construcción de las torres en los terrenos de Repsol. Como excusa inicial adujo falta de conectividad en la zona. Varios expertos en urbanismo echaron al traste tal excusa y los Tribunales nuevamente dio la razón a quienes querían construir, pero para entonces, se consiguió lo que se pretendía, el tiempo se dilató tanto que la crisis económica se nos echó en cima y todo quedó, no solo paralizado, sino que los planes también han quedado trastocados. Mientras tanto, en Sevilla se construyó una torre con diez metros más de altura, 170 m, de las proyectadas para Málaga, sin ningún problema. Sin embargo para Málaga se le ha puesto un tope de altura en cualquier construcción de 120 m. La excusa, "puede entorpecer el tráfico aéreo", aunque ambos espacios estén separados por 6 kilómetros. Ya no hay posibilidad de que la capital de Andalucía pierdan la supremacía a este respecto. Este parece un asunto baladí, pero en absoluto lo es. La imagen que proyecta una ciudad hacia el exterior es fundamental para inversiones de futuro; y Sevilla tuvo claro que a pesar de poseer un Centro Histórico protegido por su monumentalidad, el cual supuestamente se arriesgó a perder, no quiso prescindir de este revulsivo arquitectónico de futuro.

 Con la excusa de que Málaga necesita zonas verdes la Junta de Andalucía se ha convertido en la abanderada de una política profundamente ecologista para Málaga. Todo proyecto que pueda suponer un avance para la ciudad en cuestión de inversiones, de futuro, de trabajo, de avance, de crecimiento, de modernización... es automáticamente paralizado por la Junta de Andalucía aduciendo que Málaga lo que necesita son zonas verdes.
Un Gobierno que dirige la ciudad desde otra ciudad imponiendo sí o sí su política restrictiva; no obstante somos los últimos en los indices en inversión de la Junta de Andalucía: educación, justicia, sanidad... un claro ejemplo de cuál es la estrategia general que desde allí se impone al futuro de Málaga, siempre vista con recelos.

Desde la Junta de Andalucía se nos ha negado el estadio de fútbol, el casino y el hotel del puerto, el hotel Moneo, la ciudad aeroportuaria, el Guadalmedina, se niegan a la construcción de una serie de torres que supondría para Málaga la imagen definitiva de una ciudad moderna, con futuro, desarrollada, que atrae inversiones, crea empleo y se proyecta internacionalmente... eso es algo que no quieren ni pensar. ¿Cómo evitarlo? pues solo tienen que señalar a sus súbditos obedientes de partido lo que tienen que hacer en su ciudad. Ellos saben que si no obedecen no prosperarán, no medrarán en el partido, y el partido está controlado sin duda alguna por el aparato capitalino.

Málaga no es una ciudad a tal grado monumental como lo puedan ser Córdoba, Granada o Sevilla, las cuales tienen conveniados ciertas actuaciones turísticas conjuntas. Estas ciudades son monumentales porque a su debido tiempo se hicieron grandes construcciones de calidad en consonancia con la importancia de estas urbes. Málaga tiene ahora la oportunidad de construir su arquitectura del siglo XXI para que en el futuro resulte ser una ciudad monumental en consonancia con su importancia actual. Málaga debe ser pues una ciudad moderna; es una ciudad con una enorme proyección de futuro, aquí debemos construir ahora futuro, pues Málaga no ha sabido guardar su pasado monumental. Málaga necesita verde, pero también futuro, modernidad y prosperidad. Pero hasta eso se nos niega con la excusa de lo verde.