Premio para el fracaso

¿Qué se puede decir cuando a los dirigentes de un partido ya no les afecta que no les voten?

(...) mientras se celebran los congresos territoriales para elegir la estructura de poder del partido, mantener el reparto de cargos en suspenso es una forma de tener a la gente acojonada, (...) una amenaza silenciosa contra cualquier tentación de sacudir el statu quo. La sumisión tiene premio. Ahí está el caso de Málaga: Griñán ha bendecido a unos dirigentes fracasados que le resultan útiles para tener controlada la organización, así que los socialistas de Málaga ya saben a quien hay que votar si quieren estar en la pomada del reparto.
(...)
(...) Han perdido la calle pero conservan el aparato. (...)
(...) no aspiran a ganar las elecciones, sino a seguir mandando.

Teodoro León Gross
Diario Sur
04.06.12