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viernes, 10 de junio de 2011

El despacho de Griñán

Ángel Escalera.

La mejor forma de no sentir añoranza de perder algo es no cogerle aprecio. Tal vez ese sea el motivo por el que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, no acude al despacho que tiene en Málaga ni para comprobar que no se lo han ocupado. Que se sepa, lo ha visitado de forma oficial una solo vez. (...) A Griñán, que se le llenó la boca diciendo que estariía en Málaga cada quince días, su promesa se le ha quedado vacía. (...) Con la que está cayendo y la que todavía se avecina por culpa de la crisis, con un 30% de la población en paro y sin perspectivas reales de encontrar empleo, (...) el presidente está faltando a la palabra dada. Nadie le obligó a prometer que trabajaría con asiduidad en ese despacho y que Málaga sería destino prioritario en sus viajes.
(...) Su antecesor en el cargo, Manuel Chaves, se sacó de la manga aquello de `la hora de Málaga`. Lo que no dijo es que el reloj estaba parado en la hora de nunca jamás. Cuando Chaves dejó Sevilla para irse a Madrid de vicepresidente tercero parece que, además del puesto, le regaló a Griñán ese reloj sin cuerda. ¡Menudo obsequio!

Diario Sur.
15.03.2011

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